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Juegos enseñan a niños valor de la solidaridad y el compromiso social

Fundación Soles ideó dos juegos de salón para estimular el desarrollo de valores de manera entretenida y didáctica. Los niños no compiten entre ellos, sino que se unen para derrotar a enemigos comunes: la lluvia que afecta a una familia de damnificados y un voraz animal que se come la cosecha de pequeñas familias de agricultores. Una buena alternativa para educar en la no discriminación y la empatía sin necesidad de sermones.
En vez de la tradicional princesa amenazada por dragones, que los jugadores deben rescatar, la protagonista de esta historia es una familia damnificada por las lluvias que aun no puede volver a su casa, por lo que permanece confinada en el albergue. La misión de los jugadores es juntar ladrillos, madera, fierro y cemento para reconstruirle -entre todos- su hogar, antes de que arrecie un nuevo frente de mal tiempo: el enemigo en común.

Se trata de Temporal (7 a 11 años) uno de los juegos colaborativos creados por la Fundación Soles –también mentora de la Guía para la Acción Solidaria- cuyo fin es internalizar valores y habilidades solidarias y de compromiso social en los niños, de una manera entretenida.

Los más pequeños –entre 4 y 7 años- tienen otro desafío que superar en grupo. En su tablero hay cuatro familias chilenas agricultoras: una familia aymara que vive en el norte y cosecha choclos; una familia de campesinos que vive en la zona central y cosecha tomates; una familia mapuche que vive en el sur y cosecha arvejas; y una familia que vive en la isla de Chiloé y que hace lo mismo con papas. Las familias tienen que ayudarse y cosechar entre todos las huertas de verduras antes de que llegue un extraño animalito llamado Devorón que quiere apoderarse del canasto recolector de la cosecha.

Estos novedosos materiales didácticos ya se ocupan en casi 400 colegios del país en estudiantes de kinder a cuarto año básico con probados resultados.

Un estudio realizado por el Instituto de Sociología de la Universidad Católica de Chile midió el impacto de su aplicación en las salas de clases. El sondeo reveló que ambos juegos promueven la colaboración en lugar de la competencia, estimulan el desarrollo social y emocional de los menores, ayuda a los alumnos a ser más solidarios, a compartir y colaborar con otros, a respetar turnos, a aprender especialmente lenguaje y a comunicarse mejor con sus padres según la propia apreciación de ellos (ver info).

En la actualidad hay dos investigaciones en curso dirigidas por la Universidad Diego Portales destinadas a evaluar el potencial desarrollo de habilidades cognitivas gracias a estos juegos.

Daniela Thumala, psicóloga y directora ejecutiva de Fundación Soles indica que a través de esta metodología entretenida, los padres pueden formar en valores, habilidades sociales y desarrollo de la empatía a sus hijos, sin tener que entrar en una cosa discursiva o de sermón. Con estos juegos los hacen vivir una experiencia donde los niños aprenden a colaborar en vez de competir, donde se discuten temas que son interesantes. Entonces hay un proceso de aprendizaje contundente, pero muy lúdico”, dice.

1 comentario

Sole -

Creo que los chicos aprenden muchisimo jugando, mas que en una clase con alguien que trate de explicarles...

Me parece una muy buena idea que sean juegos con estos fines solidarios, porque realmente en estos tiempos es muy raro que los chicos no compitan por algo...
Los padres se quieren hacer los modernos y no les enseñan a sus hijos principios morales... menos sociales.

Sigan asi!